jueves, 20 de mayo de 2010

Canción de los Horneros

Hornero: ave nacional
El hornero


El hornero. Es el ave nacional Argentina. Es de la familia de los Furnáridos (por el nido que construyen). Es también conocido con el nombre de "casero" en la provincias argentinas de Tucumán y Entre Ríos, "caserito" en Santiago del Estero y Catamarca y "alonsito" en Corrientes. En Bolivia suelen llamarlo "tiluchi" y "chilalo" en Perú.

Pero para hablar de él, nadie mejor que él mismo:

Estoy seguro que si presentara mi candidatura sería el más votado, ya que soy el pájaro más popular de la Argentina. Soy casi el símbolo de este país. También vivo en Paraguay, Uruguay y Bolivia, pero mi ciudad preferida es Buenos Aires. Canturreo por sus plazas y parques y los poetas me han dedicado muchos versos.
Los argentinos me quieren mucho y me dejan instalar mi casita donde más me guste, incluso sobre la de ellos. Creen que si la hago en una estancia, allí no caerá nunca un rayo y que es un honor que yo me instale en sus campos. Además dicen que donde yo vivo no entra la mala suerte. Todo esto hace que disfrute de la paz y pueda habitar en el lugar que mi instinto considere el mejor.
Como soy trabajador y entusiasta, siempre estoy un poco apurado, cosa que no está bien porque como dicen los sabihondos "hay un tiempo para todo".
Entonces descanso y les cuento: no tengo colores llamativos, mi pecho es claro y mi dorso rojizo; soy y un pájaro humilde y fiel, arquitecto, albañil y cantor. Prefiero los sitios húmedos o próximos al agua; allí encuentro el alimento y la materia prima para mi casa. Por eso me encantan Buenos Aires con su gran río, y las pampas, cuya inmensidad me ayuda a sentirme libre. Además me divierto entre el ganado picoteando larvas, gusanos e insectos. También me conformo con granos o frutas, que abundan en estas tierras, porque no quiero alejarme de mi hogar-refugio.
Con mi pareja, con la que comparto la vida entera, soñamos y construimos nuestra casa. Podemos levantar varios nidos, esperando la llegada de nuestros hijos; y donde no hay árboles que nos sirvan de base, usamos hasta los postes de los cables eléctricos o telefónicos.
La gente me conoce por mi obra y por mi canto. "Mi obra" se parece a un antiguo horno de pan; de allí viene mi nombre. Con delicadeza de artesano elijo el barro y compruebo su textura, hasta que logro el grado de calidad más adecuado. Una vez que encontré la consistencia ideal, lo mezclo con hojas, raíces y pajitas, y lo transporto con el pico hasta un kilómetro de distancia. Voy y vengo como un avión de carga. Lo agrego a la obra, y así queda terminada mi casita, construida con un material muy parecido al adobe, como el que usaban los gauchos para levantar sus ranchos, ¿no se habrán copiado de mí?
El tamaña de mi casa es el de una cabeza de hombre, un poco cabezón; le pongo una cantidad grande barro, para darle solidez; comienzo por las paredes y las levanto hasta una altura de veinte centímetros. Antes de terminar y colocar el techo, les cuento como construyo un cuartito secreto. Vista desde arriba, mi casita parece un caracol. Al frente tiene un hall de entrada que siempre mira al norte, lado de donde sopla el viento más caliente; nunca al sur que es el lado de los vientos fríos y de donde más azota la lluvia. Inmediatamente detrás, levanto una pared que separa el recibidor del cuartito secreto. Allí en lo íntimo, aislado del mundo exterior, con el que me comunico por un pasillito estrecho, guardo mis huevos o mis polluelos. Una vez terminado el techo puede llover, tronar o merodear algún enemigo: mis huevos o mis pichones estarán muy protegidos.
Claro, no les conté lo mejor: ¿Qué más educativo y dulce que las tradiciones o las narraciones que los padres les cuentan a sus hijos? En algunas de las que se relatan en Argentina, yo soy el protagonista.
Por ejemplo, dicen que soy muy cristiano, porque dejo de trabajar el sábado por la tarde hasta el lunes, día en que reanudo mi obra, como pide Dios. Esto hace que los hombres sientan por mí un gran afecto, que yo les retribuyo con mi canto feliz.

( Del libro CUENTOS QUE CUENTAN, Soy el hornero, Ediciones Nuevo Siglo, S.A., 1999 )



Atahualpa Yupamqui - Canción de los horneros
(gracias a abejon2002 por el video)


Canción de los horneros
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Música: Atahualpa Yupanqui
(Canción)


En la cumbrera 'e mi rancho
anidaron dos horneros
y yo parezco un extraño
y el rancho parece de ellos.

Dentro solo, salgo solo,
siempre solo, voy y vengo.
Me los encuentro en el campo
y el campo parece de ellos.

Juntos trabajan y cantan
y tuito lo hacen contentos.
Yo no sé si a mí me miran
con lástima o con desprecio.

No se asustan cuando paso,
como si yo fuera un perro
que no estorba ni hace daño
y lo dejan que ande suelto.

Ansina vivo en mi rancho
dende que solo me veo.
Enantes otro era el nido
y el mundo parecía nuestro.

Rogale a Dios hornerito,
que no te pase lo mesmo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario